Sólo el 12% de los usuarios coloca en el perfil fotos que no los favorezcan, mientras que un 22% opta por una imagen simbólica que los represente (fotograma de película, dibujo animado vintage...) El resto de los mortales se inclinan por imágenes de cuando eran delgados, eran más jóvenes, o están excepcionalmente favorecidos.
El 84% de los famosos que hay en Facebook no son ellos: o son impostores o se trata de gente con graves desórdenes psicológicos que los hacen adoptar otras identidades.
El 22% está absolutamente convencido de que una imagen borrosa (tomada con una cámara en movimiento) es artística, y la usan como avatar.
El 62% no tiene idea de quiénes son el 63% de los amigos que tiene agregados.
El 51% de los muertos famosos resucitan en Facebook; las búsquedas de personalidades fenecidas deparan sorpresas, como verlos vivitos y posteando.
El 75% de los usuarios piensan que Facebook es del FBI, pero no les importa estar fichados.
El 20% se arrepiente a la semana de haber aceptado a viejos conocidos que aparecen cada dos por tres en el chat insistiendo con que “tenemos que juntarnos a tomar un café para ponernos al día”.
El 65% de los blogguers alberga la ridícula esperanza de que participando en una red social, desviará un torrente caudaloso de visitantes a sus bitácoras.
El 83% de la gente tiene una carpeta que se llama “fotos varias”, o “varias”, o “de todo un poco”.
El 99% está rotundamente equivocado si piensa que “avisar por Facebook” tiene el mismo valor que avisar con un mail.
El 92% de los que aprietan “es posible” en las invitaciones lo hacen sabiendo que no irán ni locos.
Sólo al 12% de la gente le da exactamente lo mismo quién inventó Facebook, al resto lo envenena una malsana envidia por “esos dos niñatos que hicieron semejante fortuna con esta idiotez”.
El 16% de los que no tienen Facebook leerán esto sin entender absolutamente nada; 0.4% de ese porcentaje se abrirá una cuenta para “ver de qué se trata”.
El 100% cambiaría mil amigos de facebook por uno de carne y hueso real y verdadero.
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