viernes, 1 de octubre de 2010

Sorpresa celestial

Una pareja de ancianos con 85 años cada uno, y llevaban casados 60. Aunque no eran millonarios, su vida era cómoda porque eran cuidadosos con el dinero.
Gozaban de salud a pesar de sus años, debido en gran parte en la insistencia de ella en que comieran comida saludable y que hicieran ejercicio. Un día, sin embargo, esa vida saludable no los pudo salvar. Salieron de vacaciones y su avión se accidentó mandándolos directamente al cielo.
Llegaron y San Pedro los recibió a la entrada del cielo. Los llevó a una mansión amueblada, cubierta de oro y con muebles forrados de seda fina, una cocina con todo. Una criada estaba deshaciendo sus maletas con su ropa favorita y preparando la casa para que no les faltara nada.
Estaban anonadados cuando San Pedro les dijo:
-"Bienvenidos al cielo. Esta será su nueva casa de ahora en adelante."
El anciano le preguntó a San Pedro cuánto les iba a costar todo eso.
Nada, le contestó San Pedro, - "recuerda que esto es su recompensa por haber vivido como Dios manda".

El anciano miró por la ventana y vio un campo de golf de primera clase, mejor y más bonito que cualquiera jamas hecho en tierra.
"¿Cuánto cuesta jugar en el club?" - le preguntó a San Pedro.
"Estamos en el cielo, puedes jugar gratis todos los días, las veces que quieras."
Luego se fueron al restaurante del club y vieron una mesa con toda clase de comida imaginable: mariscos, carnes, postres exóticos, bebidas de todas clases.
-"Ni me preguntes", les dijo San Pedro, - todo es gratis.
El anciano vió todo y algo nervioso le echó una mirada a su esposa y le preguntó a San Pedro:
-"¿Dónde está la comida dietéticas, sin grasa y baja en colesterol? ¿Dónde esta el café descafeinado?"
- "Ah, lo mejor de todo esto es que puedes comer y beber lo que quieras y cuando quieras y nunca enfermarás ni engordarás. Están en el Cielo!"
¿Me estas diciendo que no es necesario hacer ejercicio?
Solamente si tú quieres, le contestó, san Pedro.
¿No tengo que controlar el azúcar ni la tensión?
No, le contestó san Pedro, nunca jamás. Sólo tienes que disfrutar de la manera que más te plazca.
El anciano miró a su esposa y le dijo: "Tú y tus malditos Corn Flakes ... pudimos haber llegado aquí hace diez años!"


3 comentarios:

  1. Boa noite! Boa....kkkk...eu como Corn Flakes todo dia...então vou viver muito.
    CArla Fernanda

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  2. ¡Ja,jajj,jajajjjajjhhh!
    Este señor es de los míos... ¡Para que venga Warren Beatty y nos diga que "El cielo puede esperar"!

    Gracias, Vivir.
    Saludos.

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