Pero que bien se pasa cuando llega uno de esos momentos. menos cuando eres pequeño y estás en la mesa con tus hermanos o primos y no daba estos ataques. Yo recuerdo que sacábamos de quicio a los mayores. A mí me gusta mucho que lleguen. Un día te mandaré los movimientos de nuestro organismo que producen beneficio al mismo cuando reímos. Tengo que pedirlo a quien me lo explicó. Un abrazo
¡Qué bueno! Me has recordado cuando éramos pequeños mis hermanos y yo y en los desayunos nos mirábamos fijamente intentando aguantar la risa, con la boca llena de colacao, hasta que acabábamos escupiéndonos la leche de la risa, con el consiguiente enfado de mi madre: cambiarnos de uniforme y llegar al cole por los pelos.
Pero que bien se pasa cuando llega uno de esos momentos. menos cuando eres pequeño y estás en la mesa con tus hermanos o primos y no daba estos ataques. Yo recuerdo que sacábamos de quicio a los mayores. A mí me gusta mucho que lleguen. Un día te mandaré los movimientos de nuestro organismo que producen beneficio al mismo cuando reímos. Tengo que pedirlo a quien me lo explicó. Un abrazo
ResponderEliminar¡Qué bueno! Me has recordado cuando éramos pequeños mis hermanos y yo y en los desayunos nos mirábamos fijamente intentando aguantar la risa, con la boca llena de colacao, hasta que acabábamos escupiéndonos la leche de la risa, con el consiguiente enfado de mi madre: cambiarnos de uniforme y llegar al cole por los pelos.
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