Un motorista va a toda velocidad por la carretera, más de 200 km/h, cuando de repente, se encuentra con un pajarito al que no puede esquivar. ¡¡Pum!! Le pega en todo el casco y el pájaro cae al asfalto.
El motorista se siente fatal por el accidente y se para a atender al pajarito. Ve que aún está vivo y lo recoge, se lo lleva a casa, le compra una jaulita y lo cuida hasta que se pone bien.
A los pocos días el pajarito recupera la conciencia y al despertar se ve encerrado como en una cárcel y exclama en voz alta:
- “¡¡Nooo!! ¡¡Maté al motorista!!
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Mi amigo don Lucho dice que cuando no entiende algo se queda así, pero en realidad es un apuesto galán. Nada de abuelo, como él se define:
Buenísimos.La semana que viene te promociono en mi blog. Ya no se pueden perder tanta genialidad.
ResponderEliminar¡Gracias, generoso!
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