martes, 25 de enero de 2011

Riesgo de celebrar la hermosura de las tontas

Sol os llamó mi lengua pecadora,
y desmintióme a boca llena el cielo;
luz os dije que dábades al suelo,
y opúsose un candil, que alumbra y llora.

Tan creído tuvisteis ser aurora
que amanecer quisisteis con desvelo;
en vos llamé rubí lo que mi abuelo
llamara labio y jeta comedora.

Codicia os puse de vender los dientes
diciendo que eran perlas; por ser bellos
llamé los rizos minas de oro ardientes;

pero si fueran oro los cabellos,
calvo su casco fuera, y diligentes
mis dedos os pelaran por vendellos.

(Francisco de Quevedo)

4 comentarios:

  1. Juaaaaasssss. No puedo, menudo lio. Que panzada de reír. Ayyyyy, qué fácil es ser engañado por lo exterior.
    Un beso

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  2. Alaaaaaa,mucho fisico y cerebro de mosquito,jeje.
    Salu2

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  3. Su lindura confundio a los que luego se desconfundieron.

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