viernes, 16 de noviembre de 2012

Agudizando el ingenio


6 comentarios:

  1. Que recuerdos mas entrañables me trae esta foto, por cierto, imagino, que el profesorvigilanteencargado se habría enterado, porque si no. da gusto ver chavales tan bien preparados enfretándose al mundo académico. Esto si es compañerismo, o todos... o ninguno. Muy bueno y un abrazo

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    1. Estoy segura de que el profesor se hacía el loco.
      ¿Quién no ha copiado en su vida? Lo malo era en el colo, que siempre había una voz delatadora: "señooooo, esta se está copiando". Al menos en la Uni había espíritu de solidaridad :)

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  2. ¿Y si te digo que nunca copié?, pues es cierto, pero alguna vez me pusieron un cero redondo por dejar copiar...ahora tengo declarada la guerra a los "pinganillos", saben que no lo aguanto ¡¡¡pobres de ellos!!! brrrr...cero redondo...

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    1. ¡Ah!, ¿eres tú la que nunca ha copiado? ¡Qué pringada! Empollona repelente... pero de buen corazón, dejando copiar.
      He de confesar, que no copié hasta la universidad. Direcatamente me saqu los apuntes. Se me cayeron al suelo, y la profesora lo vio. No me dijo nada, sólo me dirigió una mirada asesina y me suspendió.

      Como en el primer lustro de los 90 no teníamos pinganillos ni móviles nos escribíamos cosas en las piernas, y luego sólo había que subirse la falda discretamente; eso en verano. En invierno en el antebrazo, y te subías las mangas.
      Como se podía fumar, también daban mucho juego las cajetillas de tabaco y las pitilleras... ¡Qué tiempos! Ahora los copiones son muy tecnológicos.

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