domingo, 28 de febrero de 2010

Nadie es perfecto


1) Siempre que salimos mi mujer y yo, caminamos cogidos de la mano... Si la suelto, se pone a comprar.

2) Ella tiene una batidora eléctrica, una tostadora eléctrica, una máquina de hacer pan eléctrica... Un día me dijo:
- "Caramba, tenemos un montón de aparatos eléctricos y no tenemos nada para sentarnos..."
Pensé en comprarle una SILLA ELÉCTRICA, pero me contuve...es la madre de mis hijos.

3) Yo me casé con doña “Tengo Razón".. Pero no sabía que su segundo apellido era "Siempre".

4) Ya hace 18 meses que no hablo con ella... Es que no me gusta interrumpirla...

5) Tengo que admitir que nuestra última discusión fue culpa mía. Cuando ella me preguntó:
- ¿"Que estás viendo en la tele?"
Yo le contesté:
-"Bastante polvo"

6) En el principio, Dios creó el mundo y descansó... Creó al hombre y descansó... Después creó a la mujer y desde entonces ni el mundo, ni el hombre, ni Dios tuvieron más descanso...

7) Un día se estropeó nuestra cortadora de césped (eléctrica). Mi mujer me colmaba la paciencia dándome a entender que yo debería arreglarla. Por mi parte, siempre acababa teniendo otras cosas más importantes que hacer, tipo: lavar el coche, hacer un informe, en fin..., lo que para mi parecía más importante. Un día ella encontró un muy sutil modo de convencerme: Cuando llegué a casa, me la encontré agachada en el césped, que estaba muy alto, recortándolo con su tijerita de costura. Eso me llegó al alma, me emocioné. Decidí entrar en la casa y volví después de unos minutos, llevándole su cepillo de dientes. Se lo entregué, y se me ocurrió decirle:
- "Cuando termines con el césped, podrías también barrer el patio..."
Después de aquello, no me acuerdo de nada. Estoy en blanco. Los médicos dicen que volveré a andar, pero que cojearé el resto de mi vida.

El matrimonio es una relación entre dos personas, en la que una siempre tiene razón, y la otra es el marido

viernes, 26 de febrero de 2010

Informáticos enamorados



Cosas que dicen los informáticos enamorados:

Nuestros corazones sincronizan por Wifi.

Tucorazon.com está en mi página de inicio.

Siempre estás en C:/Mi/Corazón.

Eres el html de mi corazon.com.

Tienes permisos de root en mi vida.

Mi MacOSX tiene envidia de tu belleza.

Eres el cargador de mi iPod.

Díme cómo te llamas y te agrego a favoritos.

Eres la primera en Google al buscar mi corazón.

Eres el enter de mi vida.

Si me dejas hago Alt-F4 a mi vida.

Cuando te veo mi ciclo de CPU se acelera.

Eres 1024kb para mi megabyte.

Tus ojos brillan más que mi torre de cd´s.

Tengo el feed RSS de tus pensamientos.

Mi sistema operativo entra en hibernación cuando no estás a mi lado.

Eres el compilador de mi código.

Eres el .gif que anima mi vida.

Eres el linkador de mis objetos.

Tus deseos son signals para mí.

Eres el socket de mi CPU.

Tu RAM le da vida a mi windows.

Te pienso más que las páginas indexadas por google.

Eres como el firefox que me sacó del infierno explorer.

Tú tienes la máxima prioridad en mi lista de procesos.

Ninguna gráfica podría renderizar al 100% tu perfecta figura.

miércoles, 24 de febrero de 2010

¿Usar y tirar?


No consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.

No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.

Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.

¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo.

¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!

Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!
¡Es más, Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas de loza.
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces.

¡¡Nos están fastidiando! ! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.

¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más y más basura.

El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 30 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la basura!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de... años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)
No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan.

Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. Y no es que haya sido mejor. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y tire que ya viene el modelo nuevo'. Hay que cambiar el auto cada 3 años como máximo, porque si no, eres un arruinado. Aunque el coche que tengas esté en buen estado. Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo.

Mi cabeza no resiste tanto.

Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.
Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.

Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?

¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?

En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!

Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.

Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡Los diarios! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!

Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender un fuego de la hornilla desde el otro que estaba prendido y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos y los naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'éste es un 4 de bastos'.

Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza completa.

Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!

Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡anda que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.

Y me muerdo para no comparar entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡Ah! ¡No lo voy a hacer! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.

Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo en el cabello y glamour.

Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la 'bruja' como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la 'bruja' me gane de mano y sea yo el entregado.

Por Eduardo Galeano, periodista y escritor Uruguayo

martes, 23 de febrero de 2010

Gazapos III


¿No será que los fiscales producen hernias?
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Ya lo decía "Jezulín!: la corona es... ¡como un toro!
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¡Uf!, ¡Eso me deja muy tranquila!
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¿Y por qué no trasladan a los decapitados al cementerio?
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Si 6 de cada 4 lo creen, es que es verdad...
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jueves, 18 de febrero de 2010

Gasecitos


Un ancianito va al médico:

- Doctor tengo un problema con los gases, pero realmente esto no me molesta mucho.
Mis flatulencias nunca huelen y son siempre silenciosas.
De hecho, me he tirado 20 gasecitos por lo menos desde que estoy aquí, en su consulta. Usted no nota mis gases porque no huelen y son silenciosos.

El doctor dice:
- Entiendo. Tome estas píldoras y regrese para verme la semana que viene.

A la semana siguiente el ancianito vuelve y dice:

- Doctor, no sé que diablos me dio, pero ahora mis gasecitos, aunque silenciosos, huelen fatal. Siento que estoy es podrido.

- Apestan, ¿verdad?, ¡¡Qué bien!! -dice el Dr.- Ahora que hemos curado la sinusitis que le tenía el olfato bloqueado, vamos a trabajar sobre su sordera para que oiga la bulla que hacen sus gasecitos.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Leperos




El Comandante de Policía Judicial entrevista a tres aspirantes leperos para probar sus habilidades como futuros "Detectives de Policía Judicial" y su capacidad para reconocer a un sospechoso.
Le muestra al primer lepero una foto por 5 segundos y luego la esconde.
- “Este es su sospechoso. ¿Cómo lo reconocería?”
- “Pues es muy fácil, lo cogería rápido porque sólo tiene un ojo”.
- “Bueno, este... es que es porque es una foto de perfil”.

Algo frustrado por esa primera respuesta, se dirige al segundo lepero, le muestra la misma foto por 5 segundos y le pregunta:

- “Este es su sospechoso. ¿Cómo lo reconocería?”
El segundo lepero se ríe, mira al Comandante y dice:
- “¡Es un juego de niños! Porque tiene una sola oreja”.

El Comandante se enfada y les dice:
- “¿Qué pasa con vosotros? Por supuesto que tiene un solo ojo y una sola oreja, ¡Porque es una foto de perfil...! ¿Esa es la mejor respuesta que podéis dar?”

Ya muy frustrado a estas alturas, se dirige al tercer lepero, le muestra la foto y le dice:
- “Este es su sospechoso, ¿cómo lo reconocería?”
Y rápidamente agrega: “Piénselo bien antes de contestar una estupidez”.
El lepero mira intensamente la foto unos segundos y dictamina:
- “El sospechoso usa lentes de contacto”.

El Comandante queda sorprendido y sin palabras, porque realmente él mismo no sabe si el sospechoso usa o no lentes de contacto.
- “Bueno, esa es una respuesta interesante. Espere unos minutos que reviso el Informe y vuelvo”.

Sale de la sala, va a su Oficina, revisa el informe y antecedentes del sospechoso, al rato vuelve con una sonrisa radiante.
- “¡Excelente! ¡No lo puedo creer! ¡Es correcto! Efectivamente, el sospechoso usa lentes de contacto. ¡Buen trabajo! ¿Cómo pudo hacer una observación tan astuta?”

- “Fue fácil” -contesta el lepero-, “No podría usar gafas... ¡Porque sólo tiene un ojo y una oreja, joe!”

sábado, 13 de febrero de 2010

Abogados


Abogado: ¿Cuál es la fecha de su cumpleaños?
Testigo: 15 de julio.
Abogado: ¿Qué año?
Testigo: Todos los años.
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Abogado : Esa enfermedad, la miastenia gravis, ¿afecta su memoria?
Testigo: Sí.
Abogado : Y, ¿Cómo le afecta la memoria?
Testigo: Se me olvidan las cosas...
Abogado : Se le olvidan... ¿Puede darnos un ejemplo de algo que se le haya olvidado?
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Abogado : ¿Qué edad tiene su hijo?
Testigo: 38 ó 35, no me acuerdo.
Abogado : ¿Hace cuanto tiempo él vive con usted?
Testigo: Hace 45 años.
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Abogado : ¿Qué es lo primero que su marido dijo aquella mañana?
Testigo: Dijo, '¿Dónde estoy Betty...?'
Abogado : ¿Y por eso usted se puso violenta?
Testigo: Mi nombre es Celia.
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Abogado : Su hijo más joven, el de 20 años....
Testigo: Sí.
Abogado : ¿Qué edad tiene?
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Abogado : Sobre esta foto suya... ¿usted estaba presente cuando fue sacada?
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Abogado : Entonces, ¿la fecha de concepción de su bebé es 08 de agosto?
Testigo: Sí
Abogado : Y.. ¿Qué estaba usted haciendo ese día?
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Abogado : Ella tenía 3 hijos, ¿Cierto?
Testigo: Cierto.
Abogado : ¿Cuántos niños?
Testigo: Ninguno
Abogado : Y... ¿Cuántas niñas?
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Abogado : Sr. Marcos, ¿Por qué se acabó su primer matrimonio?
Testigo: Por muerte del cónyuge.
Abogado : Y ¿por muerte de qué cónyuge se acabó?
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Abogado : ¿Podría describir al sospechoso?
Testigo: Tenía estatura mediana y usaba barba.
Abogado : Y era ¿hombre o mujer?
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Abogado : Doctor, ¿Cuántas autopsias usted realizó en personas muertas?
Testigo: Todas las autopsias que hice fueron en personas muertas..
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Abogado : Aquí en la corte, para cada pregunta que yo le haga, la respuesta debe ser oral, Ok?
¿A qué escuela usted va?
Testigo: Oral.
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Abogado : Doctor, Usted se recuerda ¿a qué horas comenzó a examinar el cuerpo de la víctima?
Testigo: Sí, la autopsia comenzó a las 08:30 p.m.
Abogado : ¿Y el Sr. Lópes ya estaba muerto a esa hora?
Testigo: No... él estaba sentado en la camilla, preguntándose ¿por qué yo estaba haciendo una autopsia en él?
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Abogado : Doctor, antes de hacer la autopsia, ¿usted miró el pulso de la víctima?
Testigo: No.
Abogado : ¿Usted miró la presión arterial?
Testigo: No.
Abogado : ¿Usted miró la respiración?
Testigo: No.
Abogado : Entonces, ¿es posible que la víctima estuviera viva cuando la autopsia comenzó?
Testigo: No.
Abogado : ¿Cómo usted puede tener tanta seguridad?
Testigo: Porque el cerebro del paciente estaba en una jarra sobre la mesa.
Abogado : Pero, ¿él podría estar vivo?
Testigo: Sí, es posible que él estuviera vivo y estudiando Derecho en la misma facultad que usted se graduó...